martes, 6 de mayo de 2008

SIN JUEGOS DE LENGUAJE

Bruce Duffy. "El mundo tal como lo encontré"

(B Ediciones. 682 págs.)

Indudablemente pareciera ser éste (1996) el año de Wittgenstein. No sólo por la impresionante cantidad de trabajos filosóficos que se hicieron a propósito de su figura y su pensamiento, sino además, por el hecho de ser el protagonista de dos novelas recientemente publicadas : una, el policial escrito por Philip Kerr, titulado Una investigación filosófica donde Wittgenstein es un asesino serial que va eliminando sistemáticamente un filósofo tras otro; la otra, El mundo tal como lo encontré, de Bruce Duffy, en la que se describen las relaciones y situaciones personales que vivió el filósofo austríaco en el mundo intelectual de la universidad británica de Cambridge a principios de siglo.

En esta última obra, Duffy hace una biografía novelada sobre la vida de Wittgenstein. Su personalidad, que siempre ha cautivado a profesores y estudiosos de su obra, es ampliamente descrita, siguiendo en su mayor parte un orden cronológico, aunque no siempre en un sentido estricto ni con total veracidad histórica, sino más bien, siguiendo “los requisitos del género ficción”. De esta manera vemos que el intento del autor no es tanto el de hacer una biografía ni un relato filosófico, como el de hacer una novela sobre la vida de uno de los más importantes pensadores de la historia de la filosofía.

Duffy describe la traumática relación de Wittgenstein con su familia - una de las más ricas de toda Europa y a cuya fortuna renunció por propia voluntad ; su niñez atormentada debido a la tiránica influencia paterna y al suicidio de dos de sus hermanos ; su participación en las dos grandes guerras mundiales ; su tarea como maestro en un olvidado pueblito de Austria ; los conflictos y culpas por su sexualidad ; y sobre todo, su especial actitud filosófica, irreductible a cualquier movimiento o escuela. Al mismo tiempo el autor va entrecruzando el relato con otros dos, principalmente las vidas de Bertrand Russell y G. E. Moore .Allí el autor nos revela a un Moore tímido y conservador, caracterizado como un filósofo del sentido común, feliz con su matrimonio y odiado por Russell. Este, a su vez, es presentado como un típico mujeriego, preocupado únicamente por la fama y la celebridad, y también denostado por Wittgenstein y Moore. En suma, esta novela de Bruce Duffy pretende atestiguar que, a fin de cuentas, estos hombres tan venerados en dicha época fueron seres de carne y hueso, con celos profesionales, que alternando entre éxitos y fracasos fueron fraguando el destino de la filosofía inglesa de este siglo.

Este libro no es, pues, ni para los estudiosos de las biografías históricas ni para los interesados en filosofía ; es, en cambio, una buena ficción sobre los posibles encuentros y discusiones personales que mantuvieron los tres filósofos quizás más notables de la historia del pensamiento occidental. (Trad. Susana Constante)


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